Para lucir en tu máximo esplendor durante tu matrimonio, un factor es fundamental: elegir el vestido correcto según la forma de tu cuerpo. Una tarea que parece simple, pero que sin la ayuda de una experta, puede convertirse en un problema sin solución.
Es posible que tengas una idea inicial de tu vestido favorito. Sin embargo, es común que las novias cambien de idea a medida que se prueban diferentes modelos. Por eso, conocer las proporciones de tu cuerpo es el primer paso para ir por el camino adecuado.
Para que puedas familiarizarte con las distintas anatomías, y definir la que más se parece a tu cuerpo, preparamos una guía que te servirá para conocer tu figura y puedas elegir el tipo de vestido que mejor se vea en ti.
Cuerpo Rectángulo
Los cuerpos cuyos hombros, cintura y caderas tienen una medida similar, dibujan una línea recta. Por esa razón, se conocen como rectángulo y, para contrarrestarlo, la idea es elegir vestidos con curvas y volúmenes que estilicen la figura.
Modelos entallados en la zona alta de la cintura o que alarguen la figura con escotes en V o los hombros descubiertos son opciones recomendables. En materia de escotes, el tipo halter o barco son alternativas, dejando de lado los escotes cuadrados o redondos. El cuerpo del vestido debe tener más protagonismo que la falda, que no debe ser muy larga.
Entre los modelos más apropiados para quienes tienen un cuerpo rectángulo están el sirena, envasé y princesa.
Cuerpo Triángulo Invertido
Si tus hombros son más anchos que tus caderas, y tu cintura no está muy definida, tienes un cuerpo con forma de triángulo invertido. La clave para este tipo de silueta está en equilibrar esa diferencia, dándole volumen a la cadera, para estilizar la figura y restarle protagonismo a los hombros.
Para lograrlo, el modelo elegido tiene que buscar disimular la diferencia que existe entre el volumen de los hombros y de la parte inferior del vestido. Escotes más cerrados y faldas voluminosas harán que el punto de atención se dirija a la zona de las piernas, por lo que un escote halter o asimétrico tendrán un mejor calce.
Los modelos sirena, princesa e incluso los vestidos cortos son perfectos para los cuerpos con forma de triángulo invertido.
Cuerpo Triángulo
En este tipo de cuerpos, las caderas y los muslos son más anchos que la cintura y los hombros. Al contrario del ejemplo anterior, acá hay que equilibrar las proporciones focalizando la atención en la parte superior del vestido.
Los cuerpos en forma de triángulo requieren diseño que proporcionen estructura a la parte alta del cuerpo. El escote conocido como palabra de honor es una excelente opción para este caso, donde la parte del busto puede recibir adornos y drapeados. A su vez, la falda debe evitar destacar la silueta de las caderas.
Los modelos de línea A, corte imperio, evasé y princesa están dentro de las cartas seguras para quienes tienen un cuerpo en forma de triángulo.
Cuerpo Redondo
El cuerpo redondo u ovalado se caracteriza por un volumen predominante en la parte central del cuerpo y las caderas tienen la misma proporción que los hombros.
Para sacarle partido a este tipo de cuerpo, la opción ideal es estilizar la figura usando escotes profundos y que alarguen el cuello, como el escote en V, mientras que la cintura debe ser alta para que el resto del vestido tenga una caída fluida que oculte vientre y caderas.
Los adornos o detalles que recarguen el vestido no son recomendables para este tipo de cuerpos, por lo que los modelos imperio, evasé y princesa son buenas alternativas para quienes tienen un cuerpo ovalado.
Cuerpo Reloj de Arena
Como su nombre lo indica, el cuerpo con forma de reloj de arena presenta una simetría entre el ancho de los hombros y las caderas, con una cintura más estrecha.
Esta condición abre un abanico más amplio de opciones, donde se puede optar tanto los vestidos de corte recto, midi y evasé, como por el modelo sirena, para aquellas que buscan destacar más sus curvas. El escote corazón o barco son ideales, recordando siempre que la zona del pecho no debe abusar de los adornos si el busto es muy abultado.
Conocer la forma de tu cuerpo es el primer paso para comenzar la tarea de elegir el modelo perfecto para tu vestido. Aunque no se trata de una regla obligatoria, es muy importante si lo que buscas es verte bien, con un vestido que realmente destaque tus puntos fuertes y tu estilo en tu matrimonio.